Nación, patria, identidad y patrimonio

Version:1.0 StartHTML:0000000167 EndHTML:0000002959 StartFragment:0000000454 EndFragment:0000002943

En vísperas de los festejos del Bicentenario a celebrarse este año, surgen cuestionamientos sobre nuestra identidad, la nación, la memoria y el patrimonio de nuestra nación. A doscientos años de una independencia y en un territorio tan diverso tanto en lo natural como en lo cultural ¿realmente existe una identidad mexicana? ¿qué es aquello que nos une y nos distingue del resto de las naciones?

Empecemos con algunos cuestionamientos. Algunos consideran que la independencia fue el desligar al país del dominio y la influencia de reino español. ¿Pero eso que significaba? ¿que regresaríamos a las tradiciones y costumbres prehispánicas? ¿que empezaríamos a contar los días con cañas y conejos. Obviamente no, a partir de ese momento, ya existía un pueblo mexicano, pueblo de mezcla de culturas, ni prehispánica ni española, sino mexicana.

Empecemos por el idioma. El pueblo mexicano heredó el habla castellana, pero la aderezó con términos como huitlacoche, papadzules y guacamole. No hablamos español, hablamos mexicano. Incluso, es tan vasto el territorio nacional, que dentro de él uno puede encontrar distintas formas de hablarlo. Así encontramos que el «cantadito» de la zona centro es distinto al de la zona costera y también al de gente del norte. ¿Significa que todos cantamos el español, pero a ritmos diferentes? ¿Nuestra identidad como mexicanos respecto al habla es que todos cantamos el español? Ya ni hablar de compartir los mismos términos. No es lo mismo el pambazo del centro que el de la costa. Aunque el folder defeño es lo mismo que la carpeta del norte.

Otro aspecto que llama mi atención es respecto a los símbolos que nos identifican como nación, y esto es a partir del comentario de un amigo de Yucatán, que alguna vez mencionó que el águila ubicada en el lábaro patrio es de tradición mexica (o azteca), y que él, siendo originario de la península, tiene y siente más identificación con la cultura maya que con las culturas del centro. No olvidemos que el nombre asignado a la nación también es de tradición azteca. El centro impone la identidad del país. Sería bueno saber que opina el resto del país de esta situación.

Con los festejos del Centenario y Bicentenario a la vuelta de la esquina, un evento donde celebraremos nuestra identidad como mexicanos, sería bueno saber que es exactamente lo que estamos ensalzando.

4 Respuestas a “Nación, patria, identidad y patrimonio

  1. En 1808 España tuvo que ceder el trono a José Bonaparte, hermano de Napoleón, lo cual no fue bien recibido por los súbditos españoles que habitaban el Nuevo Continente. Éste fue el inicio de la guerra, y no el ideal de libertad y nacionalismo con el que nos han alimentado durante años. Lo que sucedió entre ese rechazo a la corona francesa y el Abrazo de Acatempan es un torbellino de intereses, y no precisamente en pro de la identidad nacional.

    Siempre he sido algo porfirista…el señor habrá tenido sus puntadas, pero a favor puedo decir que fue un excelente militar, entregado al cien a defender su patria, no buscó la fortuna personal, algo soñador y que contribuyó a embellecer el país. Él sabía que México no estaba listo para la democracia, y su error fue envejecer. No soy especialista en el tema, pero algo sé, sobre todo de la guerra del norte del país. Puedo decir que se luchó, puedo decir que todos luchaban por lo mismo: poder, tierra, dinero, por mejorar, por dejar atrás la pobreza, la esclavitud. Villa quería darle una oportunidad a su gente, a sus compadres de Chihuahua, pero nunca pensó más allá. Zapata lo mismo. Huerta, Carranza, Obregón querían poder, riquezas, pero tampoco pensaban más allá de eso. Al final Cárdenas fue el sobreviviente y con el que el país vió la calma y algunos de los resultados de la guerra. Él había sido militar federal, como Porfirio, Huerta y Obregón, la diferencia es que logró sobrevivir a la revolución. ¿No es irónico? El poder regresó a la misma esfera.

    La memoria ha sido ultrajada y manipulada por los mismos que ahora quieren que recordemos.

    Tratar de definir la identidad usando unas cuantas palabras es un ejercicio fallido. Somos un conjunto de lenguas, tradiciones e historias.

    Leí que el presupuesto es de aproximadamente 60 millones de dólares. Es una vergüenza, es un ultraje y es increíble que lo aceptemos. De nuevo nos dejamos pastorear.
    ¡¿Si tanto nos preocupamos por nuestro México y su gente, no deberíamos invertir ese dinero en ellos?!

    En fin, palabras al viento…

    • ¿Porfirio Díaz no buscó la fortuna personal? Si así hubiera sido, no habría existido la desigualdad social que desembocó en revolución.

      Y es realmente indignante que se gaste en festejos el dinero que debería invertirse en servicios.

      • Cuando Porfirio sale a Europa sólo llevaba el dinero que había ganado con su sueldo de Presidente, que era mucho menor al que reciben esos funcionarios acualmente. Él no recibía bonos especiales ni regalos…era honesto. Si bien existía una desigualdad social resultante de las políticas económicas llevadas a cabo durante su mandato, no fue por que él se haya quedado con ese dinero. La salida fácil de la historia ha sido culpar en su totalidad a Porfirio, cuando en realidad hubo muchas más personas implicadas, como los Terrazas-Creel de Chihuahua.

        Hay un libro muy bueno sobre la Revolución, se llama Pancho Villa y es del historiador Friederich Katz.

Deja un comentario